Entrenar con calor y humedad es duro, ya solamente comenzar estás «empapado» en sudor y la cosa no mejora con el paso de los minutos, más bien lo contrario.
Correr antes de las 7 se convierte en una obligación incluso estando en vacaciones y acabas sufriendo un poco más de lo normal.
Un entrenamiento que con tiempo más fresquito consigues hacerlo más rápido, más cómodo, añadiendo más distancia… y sin parar.
Porque lo que está claro es que parar, hay que parar… hoy por ejemplo tras un 3000, parón a hidratarse, para seguir… y a partir de ahí he perdido la cuenta entre parones y vueltas.
Correr así no es malo del todo, si lo paso mal ahora cuando llegue septiembre estaré más fuerte, y eso es lo que me interesa precisamente, que es cuando vuelven las carreras.
6 km. en total para sumar, no es mucho, pero cada día que entreno añado un punto más a mi condición física y eso es lo realmente interesante.
Mañana más…
