Vale… hace calor, lo acepto, es verano y es totalmente lógico que tengamos estas temperaturas en pleno mes de julio.
Otra cosa bien distinta es la de tener que claudicar y no correr por ese motivo.
Pero hacerlo significa sufrir un poquito más que de costumbre aunque sea a primera hora de la mañana.
Sigo con esas sesiones de echarle distancia aunque tenga que ir parando en algún momento para beber agua.
No me avergüenza reconocer que me cuesta más de lo habitual, que tengo que parar para hidratarme.
Y con esa esperanza de saber que en el momento en el que venga de nuevo el fresquito entonces seguramente mejoraré tiempos y seré capaz de correr más… siempre me ha ocurrido y no creo que este año vaya a ser una excepción.
