El domingo Eliud Kipchoge batía el récord del mundo de maratón, aunque sin conseguir bajar, todavía, de las dos horas.
Él en realidad si ha conseguido bajar de las dos horas, pero fue en un test que no se homologó… pero eso es otra historia.
El caso es que el resultado sigue siendo estratosférico para el resto de los mortales, los que llevamos años metidos en el mundo del atletismo sabemos lo que cuesta correr un solo km. en 2:50… o nos lo imaginamos.
En mi caso por ejemplo no soy capaz de hacerlo… me refiero a correr un km. en ese tiempo, así que pensar en una distancia como la del maratón, es algo inimaginable.
Las comparaciones son odiosas, cierto, y comparar a Kipchoge con un atleta popular, es como comparar una hormiguita con una ballena…
Pero las diferencias están ahí.
La primera diferencia que encontramos está en la disposición genética, no ser propenso a las lesiones, y demás, hay un componente importante en ese aspecto, pero lo demás no viene solo.
El segundo está en el entrenamiento, el trabajo diario, decían ayer en la retransmisión que Eliud no se había saltado ni un solo entreno, apuesto a que es así, que la constancia, el esfuerzo, pero sobre todo seguir unas pautas bien marcadas por un equipo técnico, entre entrenadores, fisios…
La mayoría de nosotros entrenamos por nuestra cuenta, y no todos se pueden permitir ir a un fisioterapeuta, el tener que compaginarlo todo con la vida familiar, el trabajo, etc. también es un handicap, pero igualmente, si fuéramos capaces de tener ese mismo tipo de entrenamiento, me pregunto cuántos seríamos capaces de aguantar un poco el ritmo… por eso digo, que son muchos condicionantes los que deben darse.
El tercero, es el entorno, en las ciudades de algunos países casi te empujan a ser completamente sedentario en tu día a día, entre transportes, tipo de trabajos, etc. no tienes más remedio, y en otros países, en cambio, los niños tienen que cubrir distancias de 10km. a pie para poder ir al colegio…
El cuarto aspecto que creo que es fundamental, y no por ponerlo en esa posición es menos importante, se encuentra en la nutrición, desde luego es digno de estudio.
Hablan de una papilla a base de maíz que Kipchoge come todos los días, es una base fundamental, pero estoy convencido de que es una alimentación mucho más natural y variada que la que podemos encontrar nosotros en el supermercado.
EL quinto y último aspecto está en los detalles, el detalle de las liebres, el detalle del encargado del avituallamiento personal del atleta, que iba en bicicleta y que tenía ese cometido tan y tan importante, detalles como la sonrisa, estudiada de Eliud Kipchoge cuando lo está pasando mal, o digamos que no tan bien… todos esos detalles marcan la diferencia.
Podríamos decir que hay una enorme fuerza mental e interior que es lo que hace que un ser humano pueda alcanzar esos logros, quienes conocen bien a este hombre saben que es un filósofo fuera de las carreras…
Las comparaciones son odiosas, intentar comparar lo que hacemos los atletas aficionados con alguien como Kipchoge es impensable, pero si yo pudiera elegir a quien parecerme un poco, en las pistas o en las carreras, e incluso fuera de ellas, sería sin duda a alguien como él, con valores e integridad, seguro que es un auténtico referente de todos los que amamos el atletismo de fondo.
Bajar de las horas en un maratón comercial será cuestión de esperar y creo que lo veremos dentro de poco…
