Estoy muy acostumbrado a correr con música, sobre todo a entrenar con música, en una carrera puedo quedarme sin escucharla y tengo suficiente aliciente como para seguir, pero en los entrenos correr sin música se puede convertir en un pequeño drama…
Digamos que para tener una experiencia y alcanzar ese flow psicológico o esa euforia del corredor, necesito mis playlists a parte del running.
Hoy me ha fallado todo, el Mighty, el iPod Nano que tengo como plan B… ley de Murphy aplicada a la sesión del mediodía, he corrido sin música buena parte de mi entrenamiento, hasta que he caído en la cuenta que tenía mi smartphone y unos auriculares bluetooth, el problema es que el smartphone es un tostón, y llevarlo en la riñonera no es la mejor idea, sobre todo cuando persigues estar ligero, sin peso, para mi día a día no llevo encima el iPhone SE, que sí es más liviano.
Así he podido salvar un poco la sesión de hoy, llegar a completar un 10000 en pista, a paso de tortuga y además con algún parón por culpa del tema de la música.
Hoy ha estado lloviendo toda la mañana, pero al mediodía hemos tenido una pequeña tregua y unas temperaturas bastante elevadas, cuando sea primavera y verano veré como me las apaño para entrenar, porque el mediodía puede ser un infierno y no dispongo de muchos huecos…
Sí, podría haber corrido sin escuchar nada más que mi respiración, pero eso no me motiva en absoluto, no me entretiene tanto ni produce tantas satisfacciones, supongo que es, como he explicado tantas veces, intentar mezclar dos actividades que me gustan muchísimo en una sola, y así cuando fusionar los temazos con las zancadas el resultado es espectacular.
Hablando de mezclas, hoy es el día del Dj, y sinceramente me hubieran venido muy bien esas mezclas que tengo hechas y que no encontrarás en Spotify precisamente…