Domingo, por primera vez en mucho tiempo con posibilidad de hacer una tirada larga, o por lo menos de intentarlo, sin tener que parecer por el resto del día.
Me planto con mi running back, el iPhone y los airpods, cuando veo que no reproduce el izquierdo… me temo que se ha acabado la batería, cosas que pasan, y sin un plan B, tengo dos opciones o volver a casa a por auriculares o comenzar a correr sin música, decido esto último.
La música me ayuda a correr a un determinado ritmo, cuando voy más rápido la respiración es más agitada, y no siempre me siento cómodo si la oigo.
He ido de menos a más, a ritmos lentos, en una ruta que es de cuesta arriba, en dirección a Castellevell, todo recto, y al llegar a esta población he ido más allá, total que he dado la vuelta cuando llevaba 8 km. justos.
Total 10km. que he conseguido correr sin música, a un ritmo lento, 50 minutos, sin más pretensión que la de hacer algo de distancia, de momento esos 10 me sirven, en comparación con las sesiones cortas de entre semana, con las piernas algo pesada al final, pero con muchas ganas de avanzar.
Los últimos km. sí los he recorrido a un ritmo más decente, he echado en falta la música en algunos momentos en los que seguir adelante no era fácil…