Lo estoy pasando fatal por culpa del calor y eso que todavía no estamos en verano, esa es la frase estrella que parece estar en boca de todos, deportistas o no, parece que las altas temperaturas nos van a tocar un poco la moral este año.
He madrugado para estar pronto en la pista, a las 7 y algo de la mañana, pero no sé si me ha servido de mucho, la verdad es que ha sido uno de esos entrenos que sirven para no tener un día sedentario.
No me exijo tanto durante estos días, precisamente porque se me está haciendo un poco duro, y espero darlo todo en vacaciones, de aquí un par de semanas.
Soy consciente de que el calor es un handicap importante, de que es mejor alternar el running con otras actividades como la natación o el gimnasio, que no me mantengan tan expuesto, y precisamente por ello estoy haciendo menos distancia, aunque no es tampoco la idea principal.
Además, cuando lo necesito paro, bebo un poco de agua, me hidrato y a seguir.
De momento no estoy haciendo nada del otro mundo, son sesiones para mantener, para no perder la forma, pero no voy a mejorar con ellas.
Lo que estoy pensando es en entrenar duro durante el mes de julio y agosto, para conseguir comenzar septiembre a tope con las carreras que están por venir, como una de esas pretemporadas que me curraba hace años.
De momento, mucha paciencia con el calor…