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El esfuerzo de comenzar a correr tras una lesión

Cuando se está en forma y se tiene el hábito de entrenar día tras día es muy fácil mejorar e incluso en días en los que no estás fino del todo los resultados tampoco son tan malos.

El problema es cuando comienzas a correr o cuando vuelves de nuevo tras un parón por lesión, que es entonces cuando el esfuerzo es mayor precisamente porque has perdido la forma y lo peor, el hábito, la rutina, y hay que volver de nuevo a reprogramarse como runner.

Esto es precisamente lo que me ocurre, tras estos meses de inactividad física, ahora lo de correr es como si comenzara de nuevo, casi casi desde cero.

Obviamente no comienzo desde cero, y los ritmos, aunque modestos, están lejos de lo que hacía 4 meses atrás, también noto que las pulsaciones son más altas, son dos puntos a tener en cuenta y que se solucionan con la continuidad.

Otro aspecto que aprecio es que me cuesta más es que correr una cierta distancia sin parar (incluso a ritmos suaves) está siendo psicológicamente más difícil, y digo esto porque es la mente la que te juega malas pasadas y te obliga a parar un poco cuando llevo un par de km. hechos…

No pasa nada, es otro punto de partida, simplemente, queda trabajo por hacer, pero en esto consiste este deporte.

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