Cuando hay molestias la verdad es que cuesta, cuesta mantener un ritmo determinado, es difícil concentrarse, se pierden segundos, tu mente te pide que pares, etc.
Poco a poco voy saliendo de ese pequeño túnel que ha supuesto lo del talón, voy mejorando y eso se nota.
Hoy un 5000 en pista, de menos a más, controlado, progresivo, comenzando con dolor, acabando más o menos pletórico, al sprint y sin molestia alguna, con esa sonrisa de unos 100 metros finales a ritmo de 2:41, sufrimiento que da placer (masoquismo en vena previo al gimnasio).
Una buena manera de celebrar que es viernes.