Hoy por fin la lluvia nos ha respetado y eso suponía poder salir a correr al aire libre por fin, pero ahí me aparecía una duda importante: ¿correr en la calle o volver a correr en la pista?
Mientras me tomaba el café y las galletas lo iba pensando, al final me ha podido salir a correr por Reus, pillar una ruta más o menos habitual, urbana, con punto de inflexión en el Passeig de la Boca de la Mina, que está realmente muy bien.
Aunque a la hora que he salido he tenido que esquivar a las madres, padres y niños que llevaban a sus hijos al cole, pero bueno, supongo que son esos entrenos que es mejor dejarlos para el fin de semana, para no molestarnos los unos a los otros.
La ida, con cuesta, a ritmo muy prudente para hacerlo de un tirón, lento pero constante, y la vuelta, pues se me ha desmadrado un poco y al apretar, en algún momento he tenido que hacer algún parón porque sentía que a esos ritmos no aguantaba mucho, digamos que me ha salido un viernes loco hoy.
En total 4 km. de ida, 4,5km de vuelta, dando un poco más de vuelta por la av. de Comerç, están haciendo obras en el puente, creo que lo van a dejar muy bien para peatones y ciclistas.
Uno de los entrenamientos que se me ocurre, de cara a mejorar en cuestas y de trabajar la velocidad en bajada, es precisamente el paseo de la Boca de la Mina, un km. de subida y otro de bajada, puede ser una de esas sesiones exigentes a la hora de trabajar, un 8 x 1000 por ejemplo, duro, distinto a lo que harías en pista, pero seguro que muy gratificante, me la apunto para algún sábado o domingo…