Madrugar antes de la jornada de domingo, con sueño, y sin haber descansado lo suficiente, no siempre es la mejor idea.
4Km. en total, entre trotes y demás, con esa sensación de que no estaba del todo fino, esto me pasa sobre todo cuando corro con la mochila a las espaldas (falta de costumbre…).
He comenzado bastante bien, los 2,5 primeros km. me han salido con un ritmo interesante, pero el recorrido que tenía en cuenta ha empezado a hacerse muy cuesta arriba (literal), y la caída en picado del ritmo, como si de golpe la gravedad aumentara o se pegara la suela de la zapatilla al asfalto.
La bochornosa humedad de hoy puede ser la culpable, pero no hay excusas en este tipo de cosas.
Doy la vuelta, intento tirar hacia la otra dirección, que hace bajada, aún así no lo veo claro del todo, y cuando el gps marca los 4km. me paro.
Ahí es donde hago un par de fotos y selfies (aprovecho el parón).
Podría haber seguido, podría haber intentado algo más, pero es que no era el día, en esas ocasiones más vale una retirada a tiempo, lo importante es salir a correr, aunque no sea mucho, tener esa sensación de oxigenarse…
