A veces me da la sensación que soy un fondista chalado… un corredor que lo mismo le da si hace viento o si llueve, o si hace calor o frío, te pones la zapatillas y a correr.
Hoy por ejemplo he sido un fondista chalado que ha corrido contra el viento, con una temperatura muy fresca, en una pista de atletismo, y mi consuelo ha sido que no soy el único.
Porque en esa pista de atletismo estaba alguien corriendo a muy buen ritmo en por la calle 1, otros dos hacían algo de calentamiento en los carriles 3 y 4, unos niños estaban con su monitor (que por cierto es un crack) en un entrenamiento, y otro atleta estaba trabajando velocidad… yo por mi parte hoy he optado por la calle 6, para ir, sin prisa pero sin pausa, avanzando un poco.
Normalmente en la pista suelo entrenar solo, no me encuentro a nadie, o como mucho a otro atleta, eso entre semana, pero hoy ha sido distinto, aún así nada tiene que ver la pista de atletismo dels Reus Ploms comparada con la de otra gran ciudad, como Barcelona, que siempre están llenas.
Cuando ves que no eres el único que corre, entonces esa sensación de fondista chiflado, de loco, que se te quita un poco, de hecho, creo que es más bien lo contrario, que correr es lo que te mantiene cuerdo en un mundo que de por sí ya es una auténtica locura.
Correr contra el viento… típico de Reus, muy duro, me obliga a ser un poco exigente, aunque hoy la idea era la de ser capaz de correr, casi sin despeinarme, manteniendo un ritmo lento.
En total unos 40 minutos de trote, estiramientos y paciencia con este clima.
