Qué ganas le tenía a la Mitja Marató de Cambrils, más que nada porque la última vez que la intenté me dio un pajarón y la acabé haciendo en 2 horas y…
El recorrido era exactamente el mismo que en el 2020, dos vueltas, un ir y volver y repetir de nuevo, plana, pero con ese repechón final antes de llegar a meta, que quiera que no se nota.
Hasta el último momento no tenía claro si seguiría la liebre de la hora 45′ o el de la hora 40′, los entrenos estaban saliendo bien últimamente, pero un medio maratón siempre tiene esa incógnita.
Mientras comenzaba a prepararme, me encuentro a Sergio Viader, lo hablamos y nos ponemos los dos a seguir a la liebre de 1h. 40′, está claro que lo importante es disfrutar, por si en algún momento te encuentras con algo menos de fuerzas.
Las liebres de la Mitja de Cambrils, de Decathlon, sencillamente de 10! dando consejos, instrucciones, ofreciendo geles si era necesario, y todo ello con un buen rollo bestial.
El viento ha sido un poco el enemigo… y el frío, porque las temperaturas eran bajas, y a pesar de ello me he atrevido a ir con camiseta de tirantes y pantalón cortito…
No he tomado ni uno solo de los habituallamientos, ni agua ni geles, tal vez es algo que debo preparar, pero me daba muchísimo miedo que mi estómago no reaccionara demasiado bien, otras veces ya me ha ocurrido.
Con la música, como es habitual en las carreras, pero con la batería del Mighty acabándose cuando llegaba a la hora, no importa, tengo alicientes para acabarla y para seguir con el reto.
Durante todo el recorrido aguantando bien el ritmo, en los dos últimos km. sufriendo un poco más, pidiendo la hora, pero lo mejor haber compartido la carrera, y sobre todo en esos últimos metros que lo necesitaba más, al quedarme un pelín descolgado, se agradece muchísimo.

El crono 1h. 39 y algo, sensacional, no esperaba hacer esos registros y menos a principios de año, veo como una posibilidad no muy remota volver a ponerme en ritmos de hace bastante, esto se pone interesante…