El día de Navidad es un día de excesos, de comer, de no hacer nada…
Y eso se paga un poco cuando intentas entrenar al día siguiente, si encima le sumas tener que madrugar por obligación, entonces se hace más cuesta arriba.
Hoy he probado a correr en asfalto y a hacerlo corriendo una distancia más o menos aceptable, 5km. de ruta, cubriendo algunas zonas de la San Silvestre de Reus, y haciéndolo a un ritmo tranquilo.
De hecho la idea era no parar, correr los 5km. de un tirón, y aunque parece poca distancia, y el ritmo más que tranquilo, tengo que decir que tampoco ha sido excesivamente fácil.
Supongo que voy retomando poco a poco mi rutina, me voy quitando el miedo al dolor o a las lesiones, y recupero de alguna manera las sensaciones de antes.
Voy mejorando un poco más los entrenos anteriores de estos días, y me siento con mucho optimismo de poder participar (si lo permite la pandemia) de la San Silvestre del 31…