Una temporada que me ha servido para volver a disfrutar del running y volver a pensar en correr, con la misma ilusión de antes.
La carrera de L’Espluga es una de esas pruebas a las que uno nunca se acaba de acostumbrar, la verdad es que no le pillo el punto exacto, y entre las cuestas y el calor se hace bastante dura.
Los 8 prmeros km. de subida, los he hecho muy tranquilo (quizás tendría que haber arriesgado un poco más ahí), y en los de bajada, tampoco he acabado de esprintar, así que considero los 15 km. en 1h. 12′ como poco más que un entrenamiento (ya dije que NO intentaría heroicidades hoy).
Eso sí, mi idea de ponerme en forma sigue en pie, y pienso currármelo muchísimo durante este mes de agosto, para llegar a septiembre con un nivel mucho mejor.