Es una frase sacada de un anuncio de cerveza sin alcohol, pero con la que me siento totalmente identificado, sobre todo ahora que vuelvo a tener turno partido: «El mediodía es el pequeño fin de semana de cada día» y es verdad, porque con las 3 horas que tengo libres y teniendo la suerte de trabajar junto a cada, da para mucho.
Evidentemente el aprovecho menudo para ir a correr, no es que tenga un objetivo definido ya veces me voy pensando demasiado con el reloj, en que no se me haga demasiado tarde, al tener tiempo para todo, para descansar un poco también y relajarme.
Aunque la fotografía que he puesto (que tiene varios años), donde corro cuando salgo a las 14:00 es en la pista de atletismo, creo que de esta manera controlo mucho más, precisamente, el tiempo.
Mi propósito es muy simple, dando vueltas, disfrutar, a veces a unos ritmos más elevados, otros más suaves, pero siempre por sensaciones, ya que se trata de desconectar, en ese momento no existe el estrés, desaparece, ni las preocupaciones, y cuando terminas la sesión, prácticamente es como volver a empezar otro día nuevo, pero con la energía de haber descansado como si lo hubieras hecho un fin de semana entero.
Al contrario de los que muchos pueden pensar, un mediodía de running significa estar muy activo por la tarde, no necesito tomar café cuando corro, porque de alguna manera me dura todo el buen rollo y el positivismo que consigues cuando entrenas, y lógicamente eso no tiene precio.