Un poco kamikaze la verdad, pero lo de hoy me ha servido para quitarme definitivamente el miedo de encima.
7,58 km., 32 minutos corriendo por asfalto, medidos por el iPod Nano, que siempre arroja unos resultados un poco más optimistas y no tan precisos, para que nos vamos a engañar, pero lo cierto es que con unas sensaciones como no había tenido antes desde que volví a entrenar tras la lesión.