No ha podido ser, finalmente me he quedado con las ganas de acabar el maratón, y eso que no iba mal del todo.
Comenzó la carrera puntual, a las 9 de la mañana, consciente de que debia ir a ritmo conservador, sin forzar en ningún momento la máquina, intentando ir muy por debajo de mis posibilidades, es decir, lo mas lento que pudiera, y de hecho lo conseguí.
Hasta el medio maratón, la sensación fue de que aquello estaba chupado, y que sólo debería conservar las fuerzas en los siguientes 21.
Comenzaron los habituallamientos a base de isotónica, agua y plátano, que me fueron de fábula, y así fui siguiendo hasta el km. 26, donde me paré, pensando que no podía más.
Debo confesar que nunca antes habia corrido más de 21 km.
En el 26 retomo fuerzas, y decido continuar, esta vez llego hasta el km. 31, y una vez allí, aparece un dolor en el cuádriceps derecho, insoportable, un tirón que no me permite seguir hacia adelante, aunque mi mente y mi corazón pudieran de sobra.
Conclusión, que después de 2 h.33′ corriendo, pagué mi falta de preparación en esa prueba. No me importa, la verdad, me lo tomo como un entreno más, un entreno largo, uno de 31 km.
Ahora me pongo como meta, entrenar de forma completa, haciendo todo lo que no he hecho, es decir, tiradas largas (de más de 20 km.), abdominales suficientes, musculación (ya he mirado el gimnasio), y probar de hacerlo en una ciudad algo más cercana… Barcelona es una opción perfecta, y el día 1 de marzo es su maratóhay un antes y un después, y estoy convencido de que esos 31 km. me han servido para mejorar, y me servirán para los medios maratones de Salou y Tarragona, y para cualquier otra prueba que haga en un futuro.