Que de vez en cuando la rodilla que está operada (este 2023 se cumplen 10 años ya…) haga un poco el tonto puedo considerarlo más o menos normal, pero esta vez igual es un poco peor que las otras veces.
Correr con dolor de rodilla o con molestias no debería ser una opción, cuantas veces he dicho esto.
Lo que ocurre es que igual le he metido demasiada caña últimamente y al final acabas pagando un poco los excesos, y hay que frenar.
Sigo teniendo entre ceja y ceja el maratón, eso no se me pasa, pero sí es cierto que voy a tener que reajustar un poco la manera que tengo de entrenar para que no me pase factura.
Y una rodilla operada de ligamento cruzado anterior y de meniscos, hay que cuidarla.
La mejor manera para hacerlo es no pasándome con el running, suena a tópico, pero es cierto, intercalar otro tipo de entrenamientos en mis semanas, y el gimnasio, con su elíptica o su bicicleta y unas buenas dosis de máquinas de musculación resultan incluso beneficiosas para unos resultados óptimos.
El llamado entrenamiento cruzado es aquí una posibilidad, para no caer en el error de hacer siempre carrera contínua.
Ayer ya corrí en pista 9km. y hoy le tocaba el turno precisamente al gym, a mis 45 minutos (alguno más) de elíptica y a las máquinas para fortalecer un poco (reconozco que lo tenía abandonado).
Mañana vuelvo a la pista de nuevo, esperemos que las molestias vayan a menos, si voy combinando ambas cosas.