Los que tenemos la suerte de vivir cerca de la costa podemos correr al lado del mar todo el año, somos unos privilegiados.
En invierno en los paseos marítimos no hay casi nadie y es muy distinto que en las épocas calurosas que ahora comenzarán con una gran masa de turistas y “playeros”… Así no es tan fácil correr, aunque todo tiene su encanto.