Después de dos sías en los que correr ha sido imposible por temas laborales, he vuelto a las andadas.
Entreno de unos 7 km. consistente en recorrer la playa del Miracle (La del famoso Tiburón que apareción en Tarragona), El Fortí, hasta la otra playa, la de la Arrabassada y volver, todo ello en unos 30′ con un ritmo bastante rápido, primando la velocidad a la resistencia en esta ocasión.
Quizás después de dos días de mucho ajetreo, lo que me pedía el cuerpo era un poco de «caña» para desestresarme.
Por cierto, el tiburón que fue avistado en la playa, y que acabó por convertirse en un espectáculo improvisado por la cantidad de gente que se agolpó para observar al escualo, finalmente ha muerto en el Aquari de Barcelona, al parecer por ingerir un arpón, lo que debería hacernos pensar en lo que está sucediendo últimamente con el medio ambiente.