Esta semana previa a la carrera del sábado me lo estoy tomando en serio, he comenzado a entrenar bien, con ganas, aunque reservando un poco las fuerzas, el hecho de ir más lento (o de intentarlo) también supone tener una pisada un tanto «extraña», o por lo menos diferente de lo que sería normal, no alargo tanto la zancada, etc.
El caso es que corriendo así fuerzo, no sé la razón, mucho más el cuádriceps izquierdo, supongo que son cosas que no se controlan demasiado.
Tras tres días de trote y gimnasio, decido que mañana jueves es un buen día para obligarme a parar a guardar reposo.
El sábado quiero disfrutar de Tarragona y de esa carrera al lado del mar, para ello ahora debo bajar un poco los ritmo, y la última sesión deberá ser el viernes, en plan muy tranquilo, más como un recordatorio de lo que es correr que como un entrenamiento completo, sin mucha pretensión…
A veces es necesario saber reposar a tiempo…
