La semana pasada estuve de baja por culpa del covid, fiebre, malestar y bajón considerable, síntomas similares a los de una gripe que te deja KO, pérdida de olfato y por tanto del gusto como colofón final, que recuperé tras un par de días de incertidumbre.
El fin de semana ya estaba recuperado y el lunes volvía de nuevo a trabajar, aunque con dudas sobre volver a correr de nuevo, sobre todo porque me faltaba información al respecto, ojo que no es un resfriado.
Me informo bien, noticias contrastadas, Runner’s World incluida, que es prudente esperar unos 10 días, que hay que vigilar tema de pulsaciones…
Hoy jueves he vuelto de nuevo a la pista, quizás no he esperado esos días que se recomiendan, pero he sido prudente.
He corrido suave, poca intensidad, y poco, muy poco, dos dosmiles…
Y lo cierto es que todo bien, a nivel de sensaciones, de pulsaciones, es como si no hubiera perdido nada en este tiempo de pausa, mejor.
El primer 2000 en 11 minutos y poco, el segundo en 10:29, ritmos como digo supersuaves y sin más pretensión, por cierto todo ello con una humedad y un calor asfixiantes, pero eso ya es otra historia.
Por tanto por mi parte me considero ya recuperado y con ganas de volver al lío.
El objetivo de este mes era más que humilde, de conseguir completar 100 km. en total, después de la operación de hernia era el punto de partida.
A pesar del parón que he tenido por culpa del Covid creo que si todo va bien podré conseguirlo.
Es poca distancia, pero en agosto me propongo doblarla, será duro porque la temperatura apreta pero creo que podré llegar a septiembre en buen estado de forma si me machaco bien en esta pretemporada peculiar.