Un recorrido por mi historia atlética a través de mis zapatillas de running, no siempre ha sido fácil acertar y hasta llegar al modelo actual he probado unos cuantos, sí es cierto que al final algunas zapatillas han acabado teniendo un uso diferente al del running, cuando no me servían para correr.
Asics 2000 GT
Son las zapatillas mixtas que utilizo ahora para entrenar, después de dar muchas vueltas son mi modelo definitivo, sobre todo para rodajes largos, me da cierta seguridad cuando debo controlar la pronación, no son excesivamente pesadas y no me han producido ningún tipo de molestia.
Sobre todo después de hablar con el podólogo, el extenso estudio de pisada y probar plantillas en un modelo neutro, me decidí por estas y perfectas.
Asics DynaFlyte 2
Tras la lesión fue duro, y las Cumulus eran un modelo demasiado pesado, estuve buscando otro modelo más ligero y aparecieron las Dynaflyte.
Las Dynaflyte tienen una virtud importante, son ligeras, sirven para ir a ritmos frenéticos, cierto, pero la falta de drop o que tengas que tener una pisada perfecta pueden ser contraproducentes.
Las utilicé para entrenar y conseguí hacerlo más o menos rápido, buenas sensaciones, hasta que un día el dolor de tobillo en el pie izquierdo hizo acto de presencia, ¿y ahora qué?
También os comentaré que el precio no es barato … después de visitar traumatólogo, el podólogo me hizo unas plantillas específicas.
El resultado es que si tengo molestias en el tobillo, me las pongo (con las plantillas), pero las utilizo para caminar, así desaparece el dolor, al menos he encontrado una solución definitiva, aunque no las use precisamente para correr.
Asics Cumulus
Me hice el estudio de pisada de Asics, en la tienda Evasion de Reus (ya no existe) y me confirmaron que era neutro, me aconsejaron las Cumulus y me fueron bien para entrenar, al menos hasta la lesión del 2013.
Tras la lesión algo cambió en mí, las Cumulus ya no me iban bien, las notaba excesivamente pesadas y además la rodilla se resentía, opté por cambiar a un modelo que tuviera un poco de control de pronación y algo más ligeras, como las GT 2000, pero la decisión tampoco fue rápida.
Nike Free
La enésima oportunidad a Nike para elegir unas zapatillas que me sirvan para correr … esta vez simplemente sentía curiosidad y no me pude resistir cuando las vi rebajadas en la tienda Armobal de Reus.
Son muy cómodas y flexibles, y sí, da la sensación de que vas descalzo, fui al gimnasio y las probé en la cinta y en la pista de atletismo, el resultado no estuvo mal, pero preferí no hacer excesos, seguramente con el tiempo te acostumbras, pero dudo de que fueran las mejores para una rodilla operada de LCA y meniscos.
Le he dado otro servicio, me las pongo para ir a trabajar, ya que son totalmente negras y muy discretas.
Asics DS Trainer
Las DS Trainer son mis zapatillas favoritas, a pesar de ser mixtas, yo sólo las uso para las carreras o como mucho algún rodaje rápido o series en la pista.
Me van perfectas seguramente porque tienen un poco de control de pisada para pronadores ligeros, de modo que son cómodas para competir, si las utilizara cada día no tendrían un ciclo de vida muy grande.
El caso es que este modelo sí que me ha ido sirviendo igualmente antes y después de 2013 (de la lesión …).
Mizuno Wave Rider
¿Y si pruebo otra cosa diferente a las Asics? eso es lo que se me pasó por la cabeza, así que aposté por las Wave Rider …
El tacto de las Mizuno es totalmente diferente al de las Asics, es o parece ser siempre uniforme, y no estaba mal.
El único pero fue que resbalaban un poco en terreno lluvioso.
Después de la operación de LCA y menisco no es la mejor de las opciones, pero todavía conservo un par que me pongo si entreno para terrenos más suaves como tierra, pero si es sobre asfalto lo noto en la rodilla después de entrenar.
Nike Lunarglide
Nike siempre ha innovado, y como marca siempre me ha gustado, viste mi equipo de fútbol favorito por ejemplo, pero esto no necesariamente significa que sus zapatillas me vayan a ir bien para correr.
Cuando salieron las LunarGlide las vendieron como una auténtica revolución, bajo el lema de que servían para prácticamente cualquier tipo de pisada y pie, para todos los corredores, y eso me convenció, a ver si realmente era verdad o no.
Las probé y no tardé en tener problemas, me dolía el tobillo izquierdo al entrenar, resbalaban muchísimo con terrenos mojados, así que las utilicé como zapatilla de calle, pero desterradas definitivamente por la práctica deportiva.
New Balance 902
Con el adiós definitivo de las NB 771 por parte de New Balance, y creyendo que la mejor opción para mí era continuar con la misma marca, me decidí por las NB 902.
Eran bastante más ligeras que las 771, y la sensación era que para tiradas largas a ritmos suaves no me irían muy bien, claro que en aquella época entrenaba bastante más rápido que hoy en día.
No me fueron mal, hasta que decidí probar con las Asics.
Nike Structure Triax 11
En el año 2008 utilizaba un iPod Nano con la especie de chip que se colocaba a las zapatillas y que servía para saber los km. que habías hecho, el ritmo, etc., con un acelerómetro.
Entonces era una revolución, ahora todo el mundo va con los relojes gps, los SmartWatch, los Garmin, o el smartphone, pero en ese momento era otra historia y si quería utilizar el sistema Nike + lo mejor era usar unas zapatillas de la misma marca .
Mi objetivo principal en 2008 fue el Maratón de Zaragoza, y aproveché unas comisiones que me dieron en el trabajo, en forma de tarjeta de regalo del Corte Inglés para adquirir las Nike Structure Triax 11, un modelo con control pronador y con peso, amortiguación…
Para mí fue un error porque soy un corredor ligero, y no necesitaba tanto, de hecho en el Maratón caí en el km. 31, posiblemente por culpa de los malos gestos a la hora de pisar, con dolor en la pierna izquierda.
Nike Pegasus
Es posiblemente el modelo más icónico y atemporal de Nike, con la idea de probar una marca como esta y después de buscar mucho me decidí, en 2010, y de hecho llegué a competir con ellas y todo, pero a medida que iba haciendo km. la rodilla me dolía.
Esto no pasaba en cambio cuando caminaba, por lo que fueron las zapatillas elegidas para realizar parte del camino de Santiago en 2011, y allí las dejé, me dieron todo el servicio que necesitaba.
New Balance 771
Tras llevar zapatillas «multideportivas», sabía que tenía que encontrar un modelo más específico si quería dedicarme un poco al tema del running.
Así encontré las New Balance 771, en el Decathlon de Tarragona, donde un vendedor me las aconsejó, y fue sin duda una elección acertadísima.
Las 771 fueron las zapatillas de mi vida, porque finalicé con ellas mis primeras medias maratones, mejoré registros … y todo iba sobre ruedas.
Pero entonces pasó que New Balance decidió no dar continuidad a ese modelo, seguramente es lo peor que podía pasarme, ya volvía a estar como al principio.
Conclusiones
Desde 2002 buscando la zapatilla perfecta, invirtiendo un dinero que no sabía si realmente valdría la pena o no, haciendo pruebas de pisada, y mi conclusión definitiva es que me quedo con Asics, sin duda la mejor marca de zapatillas para correr del mundo.
He tardado varios años en darme cuenta de los modelos que realmente me sirven, de mi pisada, constitución física … pero las he encontrado y por este motivo estoy muy satisfecho, para entrenar las Asics GT 2000 son mi modelo y para competir (podría hacerlo también) opto por un modelo más ligero como las DS Trainer, cada año van renovándose, y voy aprovechando las diferentes ofertas de temporada para cambiar mi par.