Me fijo ahora en el número de kms hechos este mes, y me sabe a muy poco (muy lejos de los 150 o 200 que debería hacer), por eso espero, que abril sea un mes mejor.
Hoy, es el típico día de antes, ese día en el que uno sabe que falta muy poco para correr, pero que todavía no llega, y que transcurre con la impaciencia típica de todo amante de este deporte.
Es un poco como el día antes de una boda, o el día antes de Reyes para un niño, o la víspera de algo importante.
Y eso, que mañana correré mi quinta Cursa Bombers, siempre de forma consecutiva, y recuerdo como si fuera hoy, la primera vez que competí.
Para mañana, intento dejarlo todo preparado: El chandal, la ropa, (me he puesto la camiseta que regalan con la que he de correr, para no estrenarla mañana…), el reloj, el chip, el brazalete… Se me olvida la vaselina!, bueno ahora ya está en la mochila, el horario del tren (saldrá a las 7:47).
Llevo una semana comiendo más carbohidratos de lo normal, y hoy, mientras toda mi familia ha comido un Romesco, yo me he «jalado» mis espaguetis con salsa boloñesa.
Y esta noche, de cena Pizza, y mañana, al despertarme, bastará con ingerir un par de trozos de la pizza del día anterior, y dos vasos de zumo de naranja.
La lástima, es que hoy me apatece mucho correr, pero no quiero salir hoy, para quedarme sin fuerzas mañana.
Y es que, a pesar de ser una carrera de sólo 10 km., debido al ritmo de entrenamiento tan flojo que he tenido este año, prefiero ser reservado, eso sí, la posibilidad de correr la Media de Valls este año, queda descartada, y me decantaré seguramente por la Cursa del Circuit de Montmeló, el mismo día, y de 10 km, a ver si en esta ocasión soy capaz de bajar de los 40′.
Bueno, ahora sólo toca esperar!