Cumplir 42 años corriendo… practicando el deporte que más me gusta, bueno, en realidad lo que más me gusta, que es lo de correr.
Ya hace más años que corro que los que no, desde los 20 no he parado (bueno, he tenido algún parón por lesión…) pero realmente es una bendición poder seguir trotando y participando en las carreras.
Llámale atletismo, running o simplemente correr, no importa, es lo mismo.
Todavía siento algo cuando piso una pista de atletismo por la mañana a primerísima hora, como un flechazo a primera vista que se ha convertido en amor verdadero.
Hoy he trotado a unos ritmos variados, pero me he dado cuenta que estoy bastante bien, para la edad que tengo, pero que tampoco hay que compararse, ni con nadie, ni tampoco con aquel yo de hace 20 años, porque aunque sea la misma persona, en realidad somos distintos.
Ha pasado mucho durante este tiempo, pero el atletismo (o el running) siempre tiene algo bonito preparado para tí, como de un regalo que puedes abrir en cualquier momento, en cualquier lugar, a cualquier hora y esto es algo que solamente entenderán los que, como yo, comparten esta bendición en forma de deporte.
Echando la vista atrás, incluso de esos contratiempos como las lesiones, algunas graves como la del cruzado… acabas disfrutando, porque te hacen ser más fuerte, más optimista, porque agradeces cada puñetero km. que eres capaz de correr, porque un día pensaste que no volverías a correr nunca.
Hoy me he hecho unas vueltecillas en la pista de atletismo, para celebrar los 42… y me han sentado genial, también para variar.