Hacía mucho que no era capaz de despertarme y de ir a correr antes de comenzar la jornada, y hoy lo he conseguido.
Me he despertado, y sin pensarlo, me he puesto el chandal y a correr…
Correr antes de desayunar es duro, sobre todo cuando en el camino encuentras las cuestas de Jardins Imperi, pero ha sido muy gratificante y me ha puesto las pilas para el resto del día.
He estado 33′ corriendo, aunque ha rozado «la pájara» en más de una ocasión, quizás porque no estoy muy acostumbrado a correr con el estómago tan vacío.