Vivimos en la era de internet y las redes sociales, y parece que cualquier cosa que hagas la tienes que compartir, añadiendo imágenes, vídeos, datos…
Y a veces el cuerpo te pide una buena sesión sin reloj, de esas en las que lo imprescindible son las sensaciones, sin más, y que no importa si has acabado unos segundos por encima o por debajo de tu ritmo.
Esta semana llevo una cantidad de km. que para mí está más que bien, he salido a entrenar prácticamente todos los días (a pesar del calor), he cumplido con esos objetivos diarios, con lo qué quería hacer, tanto por distancia, como por otras sesiones como gimnasio, ha sido (o esta siendo) una semana muy productiva en ese sentido.
Sin embargo, no he publicado todo en mi blog y tan solo ha quedado el registro en Strava, con el típico título personalizado, y a veces ni eso…
Digamos que me he acostumbrado a entrenar sin postear, y aunque está genial, la verdad es que eso hace que el sentido de mi blog se pierda un poco estos días, porque un diario runner debe servir para ir compartiendo precisamente esos entrenos, ese día a día, las jornadas del corredor de fondo.
También decir que si mi rutina a veces es muy similar, a lo mejor os acabo aburriendo, a la tercera que escriba que he rodado un 10000 en pista igual me mandáis a freír espárragos, sea como sea, prometo que continuaré compartiendo.
Supongo que tampoco me ha ayudado demasiado el calor y que tenía suficiente con correr para sentirme satisfecho, sin tener que ir comentándolo todo constantemente.