Tras el desánimo de los primeros días por el dolor en la pierna, y tomando la dura decisión de reposar del todo, me encuentro ahora en un momento de reflexión.
Si el dolor sigue igual y no mengua en los próximos días, tendré que hacer algo, y la verdad es que mis planes corren peligro, tanto la carrera de 10 km. del día 8 de junio (que aunque me sepa mal por no hacerla, tampoco pasa nada), y el Maratón de Zaragoza en septiembre, que eso sí que me sabría peor.
De todas formas aún queda, y soy optimista, porque pienso que lo que en realidad me pide el cuerpo es descansar.
Por suerte tengo un trabajo, que no me obliga a hacer ejercicios físicos, ni a tener que estar largas horas de pie.