Ayer, al salir del trabajo en Reus, me sorprendió una tremenda niebla que convertía conducir en un deporte de alto riesgo.
Esta mañana, ya con fiesta, ha sido más de lo mismo, con lo que he optado a quedarme en la urbanización y a no cojer el coche para desplazarme, más que nada por precaución.
Así que he rodado por la urbanización, a pesar de que he entrenado varias veces aquí, reconozco que no es el mejor lugar para volver a correr, porque es muy irregular, lleno de cuestas, y porque tras el parón obligado, hay un cierto peso que se nota en las piernas.
Aún así ha estado bien, han sido algo menos de cuatro km. y esta vez ya sin gafas de ningún tipo, a un ritmo, eso sí, pelín rápido para mi estado de forma actual.
Tras eso unas abdominales, y ahora, después de los experimentos, ya toca volver a entrenar con normalidad.