Por fin ha llegado el gran día en el que daremos comienzo a todo esto.
Lo primero que tenemos que hacer es ir a nuestro punto de partida Sarria (Lugo), para ello hemos elegido como transporte el tren, cosa que debo agradecer enormemente a mi padre y a mi hermano por mis pánicos aéreos…
Con las maletas hechas ya, nos espera un día duro, novecientos y pico km. en tren, menos mal que ya existe la alta velocidad.
Desde casa todavía, escribo las últimas líneas con el ordenador de sobremesa, pensando en los motivos que nos llevan a cada uno de nosotros a llevar a cabo esta travesía.
Me imagino que cada uno tendrá unas cuantas razones para ello, las mías son del todo variopintas, la primera razón es por agradecer que todo me saliera bien cuando no hará mucho sufrí una repentina pneumonía vírica, por suerte hoy estoy como nuevo volviendo a dar caña otra vez. Pero esta no es la única razón de mi particular penitencia.
También debo agradecer haber conocido a una persona tan maravillosa y de la que estoy enamoradísimo y que en este aspecto todo vaya genial; que todos los míos estén bien en estos momentos tan díficiles para todos; para el recuerdo de los que no están porque también guardamos un poquito de cada uno de ellos en nuestros corazones; y creo que en temas algo más banales debo agradecer que mi equipo de fútbol se salvara del descenso a la 2ªB…
Demasiadas cosas que agradecer para tan solo ciento y pico km. de travesía 🙂
Bueno ya iremos explicando qué tal va todo.