Hoy os podría contar que he corrido una media hora en la pista de atletismo, que he estirado… pero en cambio os hablaré del running o de correr como vía de escape.
A mí el deporte me sirve de terapia, es prácticamente literal, es la actividad que me ayuda a que no salte todo por los aires, a que no se me vaya la pinza, básicamente a mantener la cordura en el que yo defino como un auténtico planeta de locos.
A mi el trabajo me encanta, pero al tratar con personas, lo cierto es que enseguida descubres lo mejor y peor que tienen, y en mi caso trazo patrones que siempre son más o menos iguales, al final ya conoces como es la gente simplemente por como hablan.
Tema a parte, hay días mejores y otros peores, y desde luego cuando las cosas no han ido demasiado bien, o has tenido uno de esos días en los que parece que todo está oscuro, lo mejor que puedes hacer es meterles caña en forma de km. y despejar la mente.
Básicamente es lo que he conseguido hoy, o por lo menos esa era la idea, que la sesión de entreno me sirva de catársis, de terapia, de vía de escape, de olvidarme de todo, de ser simplemente yo, tal vez para volver a comenzar, no sé si con más fuerza, pero por lo menos sí, con más ánimo.