La disciplina es sin duda el secreto de todo runner, no importa que tengas unas aptitudes mejores o peores, o que seas un corredor rápido o lento, en mi opinión lo que realmente cuenta es la constancia, el tesón, el «erre que erre».
Y en cabezonería, creo que no me gana nadie.
Para hoy me había marcado como prioridad hacer 15 km., era lo marcado en mi plan, y finalmente ha sido una realidad (llevo unos días en los que consigo hacer el tipo de entrenamiento que quiero y que me había planificado).
Y eso que ha costado, y mucho, he comenzado a ritmo muy tranquilo, sin grandes pretensiones en la velocidad, sabiendo que lo importante era la distancia, he hecho el entreno en bosque, entre caminos de tierra, y algunos de asfalto, entre bajadas y subidas (algunas de ellas bastante verticales).
Para aguantar mejor, he ingerido antes de salir un par de platanos y una manzana, y me han ido de fábula.
Ya en ruta, a la media hora, he optado porquitarme la camiseta, y colocármela en la cabeza, como si fuera un turbante o un pañuelo, porque, aunque no ha hecho mucha calor, si he sentido en la piel la terrible humedad de estas fechas.
Estoy muy feliz, porque está saliendo todo sobre lo previsto, mañana bastará con hacer los 5 km. rápidos que tengo planeados, el sábado descansaré, y el domingo cuestas, todo ello, si sigue la cosa igual.
Por cierto, las Asics ya no están tan nuevas, y después de casi 80 km. con ellas, empiezan a tener un colorcito no tan blanco.
