Esta semana llevo menos km. que la pasada, el hecho de tener que combinar trabajo, familia y deporte no ayuda y si encima le sumamos la ola de calor todavía peor.
En la pista de atletismo dels Ploms, en Reus, últimamente a las 7 de la mañana, está más concurrida que de costumbre, supongo que es normal, es la única hora en la que se puede practicar deporte, porque el resto del día el bochorno es terrible, incluso a última hora de la tarde, con noches duras de pasar…
Aunque correr solo es un auténtico lujo, también he dicho (y no me cansaré de repetirlo) que prefiero tener a otros atletas, ya que eso significa que más personas optan por un estilo saludable de vida.
Tanto el martes como hoy jueves, mis entrenos se han limitado a correr un 5000, o como hoy un 5000 + 500 metros, sin mucha pretensión.
Hoy por fin sin molestias, aunque me doy cuenta que con estas temperaturas es difícil intentar mejores ritmos.
El martes capté una de esas imágenes que se te quedan en la retina, un amanecer de colores violetas y rojizos, en la pista de atletismo, un de esas escenas maravillosas, que de alguna manera, te llenan de energía para el resto de la jornada.
Estoy haciendo unas distancias ridículas y unos «tiempos lentorros» para lo que suelo hacer normalmente (supongo que el tema de la hernia es la culpable), pero aún así disfruto de todo lo que hago, el running es siempre maravilloso, seas el primero o el último, el más rápido o el más lento, el más joven o el más viejo.
Espero sumar muchos amaneceres en la pista de atletismo del Ploms…