3a etapa de Palas de Rei a Arzúa

Quizás la etapa más dura de las cinco es esta que une las localidades entre Palas de Rei y Arzúa.

Hemos querido salir muy pronto a caminar y por esa razón ayer compramos nuestro desayuno en una tiendecita, unos bricks de zumos de naranja, un batido y unos donuts.

Sabíamos que lo hoy era algo bastante duro, pero al salir a la calle nos encontramos una sorpresa, la temperatura es fresca tal y como estaba previsto, mejor así.

Comenzamos a caminar algo mas abrigados que ayer, con el ánimo de llegar a nuestro destino haciendo una parada en Melide a mediodía, según la guía que tenemos de El País, sin embargo las cuentas no nos salen con lo que vemos en el recorrido, perfectamente señalado.

En cuanto a las molestias, ampollas y demás, parece que de momento nos respetan…

En Melide nos dedicamos a hacer algún recado que otro, muy buena la anécdota de un señor que nos advierte que no seguíamos por El Camino, nos estamos encontrando con localidades muy acogedoras.

Llegamos a Melide pronto y hacemos parada en la Pulpería Ezequiel, tanto a mi padre como a mí nos habían recomendado este sitio con lo que no lo dudamos ni un momento.

Lo que no teníamos ni idea era que el pulpo a la gallega pudiera estar tan bueno, nada que ver con lo de Sarria, una delicia para el paladar, regada con un vino de la casa, de postre una tarta de queso casera que no deja de estar igual de deliciosa, antes de marcharnos nos invitan a unos chupitos riquísimos.

Lo malo de la parada en Melide es que nos quedan 15 km. De etapa, quizás me lo pensaría en otra ocasión, como alternativa, pernoctar en esta población.

A pesar de la temperatura, muy agradable por ser bajita, el recorrido se hace algo cuesta arriba, incluso cuando pensábamos que era la última cuesta, resulta que todavía quedaba otra…

Por fin, y esta vez doloridos de espalda, pies y demás, llegamos a Arzúa, a la Pensión Arcano, donde nos enseñan la habitación con tres camas, disponemos de wifi, terraza y servicio de lavandería Por fin podemos lavar los calcetines!!!!

Nos echamos una merecida siesta, no estoy ni para escribir el blog de lo cansado que me encuentro y encima me duele un poco el tobillo.

Al despertar de la siesta y asearnos, buscamos un lugar para cenar y elegimos El Mesón del Peregrino, uno de los muchos que hay con menú de unos 10€, comemos muy bien, sopa de fideos, ensaladas, lacón o cordero, todo fantástico, y de postre arroz con leche, comida casera.

De lo mejorcito junto con Casa Curro y la Pulpería Ezequiel.

Nos vamos a dormir con idea de madrugar para hacer 20 km al día siguiente, nuestra llegada a Santiago se acerca y aunque cada vez nos sentimos más cansados físicamente también estamos cada vez más motivados para llegar por fin a Santiago.

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