Esta mañana estábamos despiertos a las 5:55 y con la incertidumbre de saber si estaríamos algo doloridos por la primera etapa de ayer, y aunque sí es cierto que las piernas estaban algo cargadas, las ganas por volver a caminar han podido con todo.
La ruta de hoy me ha parecido más dura que ayer, quizás en parte porque hoy ya veníamos cansados de ayer y porque parte del camino se ha llevado a cabo en asfalto, lo que no siempre es tan bueno para las articulaciones que se resienten algo más sobre este terreno.
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Hemos ido llevando buen ritmo, y lo cierto es que no hemos llegado antes porque han aparecido algunas molestias entre ampollas y demás…
Incluso ha llegado un momento en el que he puesto el turbo y he ido adelantando a peregrinos, pero una cosa me ha hecho frenar «esto no es una carrera», quizás me he emocionado un poco… esto no consiste en ver quien llega antes o no, si no en llegar.
Y como bien ha dicho un peregrino «habla más del camino la tortuga que la liebre».
Hemos hecho fotos, disfrutado del paisaje que en esta parte del país es impresionante, y a medida que pasábamos por los indicadores de los km. nos íbamos animando.
Momento emotivo el que hemos tenido recordando a nuestro abuelo, que era un hombre con un gran sentido del humor y a quien caminar le apasionaba, estoy convencido que le hubiera encantado seguirnos en el trayecto de hoy.
A pesar de la dureza de la ruta, de las ampollas, mosquitos y demás nos lo hemos pasado genial y no hemos parado de reír.
Como en la etapa de ayer, hemos parado a almorzar en un bar y proseguido el camino, ya en Palas de Rei, justo en la entrada hemos disfrutado de una caña con limón como recompensa a la dureza de la ruta de hoy.
A la llegada a Palas de Rei hemos encontrado la Pensión Casa Curro y comido en su restaurante, todo muy familiar y acojedor, nos alojaremos aquí esta noche.
Ayer a esta hora estaba, sin embargo, más cansado y por eso me comí alguna que otra letra del blog, hoy estoy más fresco después de comer una ensalada de pasta y un lenguado…
Por cierto y antes de que finalice el blog de hoy, una mención especial a la Tarta de Santiago que probé ayer y que me pareció riquísima.
Mañana espera un día duro con una etapa de casi 30 km., pero no nos da miedo nada, no estamos solos, nos acompañan un montón de peregrinos que nos desean «buen camino» 😉